Juan Gopar, Lara Almarcegui: Taller-Exposición

Introducción. Alicia Chillida

Esta nueva tipología taller-exposición-intervención arranca con un primer encuentro entre los artistas Juan Gopar (Lanzarote, 1958) y Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972). Cada uno de ellos dirige un taller de investigación orientado a la participación de un grupo reducido de asistentes en el que se ofrecen estrategias para reinterpretar el entorno cotidiano. El taller incluye una serie de conferencias abiertas al público, impartidas por Francesco Careri, arquitecto y miembro fundador del colectivo Stalker; José Luis Guerín, cineasta y autor de ‘En construcción’; Juan Antonio González, arquitecto; Santiago B. Olmo, crítico de arte y Juan Palop, arquitecto y urbanista, co-director del Foro de Ciudades.

Juan Gopar y Lara Almarcegui exponen su obra en paralelo para incorporar en una segunda fase las propuestas realizadas por los participantes del taller. San Antonio Abad se convierte en un espacio-laboratorio que en su vocación de proyectar el arte canario emergente, incorpora una reflexión de mayor alcance: el diálogo del arte local con la creación nacional e internacional, y su apertura a la interpelación con la sociedad canaria y su cotidianeidad.

Entre la memoria y la profecía.
El artista en su isla. Juan Gopar

El taller propone un walkabout, un caminar alrededor, un relato que va y viene incesantemente, un intervalo que nos sitúa en terreno de nadie, nos aísla. Decía Agustín Espinosa cuando escribió Lancelot, 28º-7º: “Mi intento es el de crear un Lanzarote nuevo, un Lanzarote inventado por mí” y cita a Paul Dermée: “crear una obra que viva fuera de sí, de su propia vida, y que esté situada en un cielo especial como una isla en el horizonte”.

Un arañazo de luz (1991-2004). Juan Gopar. Un proyecto para CAAM.

La idea es ofrecer la posibilidad de construir tu propia isla, construir un espacio propio, una arquitectura invisible que nos sitúe, que nos acoja, que nos preceda, que se alimente del relato de nuestra vida y se concrete en un instante, en un flash, en un arañazo de luz: cuando la luz del sentido se va, lo hace con un flash que ha revelado el mundo invisible, escribiría Shakespeare. Un flash que no aclare, que no revele. Sólo quizá unos pocos, los más íntimos, podrán conocer el secreto. Y es con estos con los que ya caminarás siempre. (…)

Prospección de un lugar.
Visita Guiada. Lara Almarcegui

La fase previa a la realización de un proyecto específico es la investigación del lugar, esta investigación provoca más preguntas que resultados. Estas preguntas pueden generar tanto una actitud crítica como un proyecto. El taller provocará algunos interrogantes que tienen que ver con la disposición de la ciudad y cómo esta disposición afecta a los ciudadanos: ¿Qué posibilidades tienen los ciudadanos de escapar a cierta organización urbana? ¿Qué iniciativas se tienen para resistir o alterar este espacio dado? ¿Qué lugares abandonados hay disponibles? ¿Existe alguna posibilidad de tener una actitud de uso vivo del espacio? En este caso, el taller propone una investigación de las zonas en transformación de Las Palmas de Gran Canaria.

Los lugares que me interesan y propongo como punto de partida son: terrenos industriales de la zona portuaria, solares vacíos, viviendas desocupadas, edificios que estén siendo demolidos o que se planee demoler, ruinas. Los espacios que no responden a un diseño, las autoconstrucciones y huertas en la periferia de la ciudad o cualquier uso espontáneo y temporal que se dé al espacio. Mi selección de estos lugares como material de trabajo define mi posicionamiento respecto a la ciudad.

Los participantes del taller seleccionarán un lugar que les interese, lo recorrerán, lo investigarán a fondo y harán un proyecto consistente en mostrar ese lugar explicando qué hay y qué ocurre en él. Invito a los asistentes a proponer una visita guiada, a que la formalicen y le den contenido. (…)

 

Una cabaña en el confital.
Lara Almarcegui. Proyecto específico para CAAM.

“Me contaron que la cabaña había sido un bar, con una cuerda descendían cerveza a los pescadores que se instalaban abajo en las rocas.

Una vez que has pasado unas horas en el Confital, resulta muy difícil regresar a la ciudad, vestirse, trabajr, la ciudad impone normas que no hay en el confital.

Mientras trabajaba, una excavadora arrasó la otra cabaña que quedaba, era lo mínimo para para cerrar un espacio: un murete dentr de una cueva. Ya sólo queda la cabaña que estoy restaurando. Es difícil trabajar aquí, hace calor, hay mucho polvo. Limpio. Muevo y saco piedras de la cabaña, basura: pinto el banco y el murete del mismo color original”.

(Extractos del catálogo, ed. CAAM, Las Palmas de Gran Canaria, 2006).